El hombre lobo y las «malditas drogas»

El barbado compañero Óscar nos manda un texto sobre una noticia que aconteció hace tiempo en el bello estado de Oaxaca. Esperamos que te guste. Saludos!!!

porroComparto el recuerdo de una pequeña nota que publicó el periódico Noticias, algún día del mes cualquiera del 2007. No era una nota común y corriente, la encontré en la sección de Policíaca y no en la nota principal. Se encontraba ya en la última parte, en la última hoja correspondiente a esta sección, en el intersticio de Clasificados y Policíaca, en la esquina inferior derecha y en blanco y negro, la imagen de quien bien pudo ser Juan Pérez, ya saben, con el logotipo de la Policía Ministerial del Estado de Oaxaca de fondo y, como no pocas personas, mostraba en el rostro la humillación de quien con orgullo y humildad puede decir “la cagué”.

Ocurrió en el estado de Oaxaca, en algún lugar de noches largas y estrelladas, de olor a soledad, a tranquilidad, a desesperación por regresar a la tensión acostumbrada, a nostalgia. Un día normal, tan igual al anterior, un campesino se levanta muy temprano para empezar la jornada de trabajo. Toma su machete, despierta a su adolescente sobrino para que le haga compañía, y se va de la casa donde no lo esperarán sino hasta pasando del medio día (las jornadas de trabajo del campo en algunas regiones empiezan en madrugada debido a que al ir saliendo el sol, este, seca la hierba y la endurece, haciéndola filosa y por lo consiguiente más difícil de cortar).

17728El sol fue llegando a la parte más alta y el tío y el sobrino buscaron el refugio que les ofrecía la sombra de un árbol. Se sentaron, tal vez estuvieron callados con la cara hacia el viento para secar el sudor, tal vez se acostaron entrelazando los dedos para hacerlos de almohada o tal vez ninguna de estas. El tío sacó de su bolsa lo que normalmente entendemos como “churro”, “tren”, “gallo”, “gallardo” o “toque”.

Obviamente el sobrino fumó con él pero después de un rato podías ver al tío molerlo a machetazos, dejando caer el machete en él con la fuerza que el brazo le permitía, así, varias veces. Habrá que imaginar con qué ganas le pegaba si creía que su sobrino era el hombre lobo. Se alejó del lugar y unas señoras que después de algunas horas de haber muerto el sobrino, pasaron por ahí, alertaron a la policía y ya que la población de este pueblito no es grande, fue fácil identificar el cadáver.

211570203_60541f53e0También fue fácil saber quién lo mató ya que cuando encontraron al tío (del que antes supieron que se lo llevó a trabajar) iba gritando al aire “¡maté al hombre lobo, yo maté al hombre lobo!”. Los policías lo pusieron tras las rejas y al día siguiente, cuando el efecto del THC pasó, Juan Pérez preguntó del porqué se encontraba en tan peculiar lugar, el encargado en ese momento le contó lo sucedido y Juan Pérez al saber que había matado a machetazos a su sobrino porque pensaba que era el hombre lobo, dijo: “malditas drogas”

Así es como recuerdo lo que leí que pasó, en aquel lugar del estado de Oaxaca, un día cualquiera de un mes cualquiera del 2007.

NOTA: La redacción del blog agregaría la frase «El hombre lobo se enfrentó al mexicano pacheco equivocado», como se muestra en el triller que viene con un par de películas de Quentin Tarantino y «Roberto» Rodríguez, llamado, precisamente, «Machete» (se pronuncia mashete)


~ por Iván Quecha Reyna en diciembre 17, 2008.

4 respuestas to “El hombre lobo y las «malditas drogas»”

  1. En el interior del pobre sujeto, salió un espíritu muy mexicano, y decidió «polear» con el hombre lobo…

  2. jajaja que es esa pendejada de película, ese wey si polea con la gente que es mala, y por la que le pagan bien.
    Y suena mas a «mashedi» que a «mashete»

  3. hola! pues aqui dejando saludos a todos!!!! (quecha!!)
    espero ke estas fiestas se diviertan mucho!

  4. Ni merga pinche Kay… es Mashete… Ya listo para que te parta tu madre en el torneo? I guess… You do bitch! Ja ja

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